Si te levantas todos los días y te diriges a tu trabajo no sólo sin pasión pero además con desánimo y aburrimiento, pensamientos negativos por tener que regresar a un lugar que no te hace feliz y eres, por ende, de las personas que detesta los lunes, no te preocupes: no estás solo(a).

Según las estadísticas llevadas a cabo a nivel mundial y publicadas por la empresa Gallup, con sede en Washington DC, en el 2013, México era el país de latinoamérica con más personas infelices en su trabajo, con sólo 12% de sus trabajadores satisfechos completamente con su empleo, 60% «desconectados» y un 28% que odia su trabajo.

En 2014, la empresa Imagina México hizo una encuesta parecida y, en una estadística menos dramática pero igualmente desalentadora, nos dijo que, en promedio, la mayoría de los y las empleadas están insatisfechas con su trabajo.

NO TODO ES MALO

En el lado positivo, en ese mismo reporte de Imagina, encontraron que en Matamoros (sí, Tamaulipas) vive la gente más satisfecha con su trabajo de entre todo México. Y en octubre pasado el INEGI presentó los resultados del análisis Bienestar Subjetivo, según los cuales Tamaulipas ocupa el 3er lugar en todo el país en tener gente más satisfecha con su vida en general, sólo después del D.F. y Chihuahua.

En términos generales, sin embargo, creo que es seguro decir que la mayoría de la población, a nivel mundial, no está contenta con lo que hace día a día.

¿QUÉ HACER SI TÚ NO ESTÁS CONTENTO(A)?

Desde mi punto de vista hay tres cosas a considerar en el caso que estamos comentando.

1. Tomando en cuenta los márgenes de pobreza en México, de desempleo, el trastorno económico con el dólar subiendo locamente y la inseguridad, un trabajo seguro es sin duda una bendición y ventaja que hay que agradecer.
2. Los problemas del mundo y de nuestro país y el hecho de que tu actual empleo te dé para pagar las cuentas, no quiere decir que tengas que conformarte con él o que seas una mala persona por reconocer y decir abiertamente que no estás satisfecho(a) en ese lugar y con ese trabajo.
3. Si consideras que tu empleo es malo, ten encuenta que siempre hay peores.

Así, mi propuesta para esta semana será bastante clara y concisa. Si no estás feliz donde estás, agradece primero que tienes algo, y enseguida busca algo más. Y mientras tanto, enfócate en lo más positivo o divertido que pueda tener tu empleo mientras lo cambias.

No estoy hablando de que cierres de pronto «el changarro» o avientes los compromisos que tengas, ya sé, hay cuentas y/o colegiaturas que pagar, i knowww, «la vida no es tan simple», etc. Pero, tampoco podemos ir por la vida quejándonos de que no estamos a gusto y no hacer nada más por salir de ahí y mejorar. Además, que no estés contento(a) no quiere decir que el empleo en sí o la empresa para quien trabajas sea mala, sino simplemente que no es lo mejor para tí. Es perfectamente válido querer un cambio, algo mejor, no importa qué diga quién; esta es tu vida.

Si ese es tu caso, ¿por qué no darte la oportunidad de siquiera empezar a pensar en algo más, y buscarlo? Porque una cosa es segura, el trabajo de tus sueños no simplemente tocará a tu puerta, ¿estás de acuerdo? ¡Cuéntame qué piensas en los comentarios!

Las cosas buenas pasan a quienes que esperan, una vez que ya han hecho todo lo que está en sus manos. Hasta aquí la reflexión de la semana. Te deseo todo el éxito.

-Marcia

Pd:  Y recuerda, siempre pa´delante.