¿Es deprimente, cierto? Ese momento en el que piensas, ¡yaa no puedo más! Con mi relación, con la dieta, con el ejercicio, con el negocio que está por quebrar, con el jefe que parece querer hacerte la vida imposible… y aunque tratas de evitarlo, sólo piensas en renunciar, en darte por vencido.
¿Sabes cómo? Tienes claras tus metas y te sientes motivado(a) la gran mayoría del tiempo, traes todas las pilas y de repente un día como que algo no está bien; tal vez tienes dolor de cabeza, o tuviste un mal día en el trabajo, o algún familiar o amigo te tiene preocupado(a), te dio gripa o simplemente no traes inspiración, la cosa no fluye pues- en lo que sea que estás intentando hacer funcionar.
Te invade un sentimiento de querer abandonar la lucha. Tal vez quieres darte por vencido en tu matrimonio, o estás pensando que nunca podrás tener éxito en tu negocio y mejor lo cierras, o no estás viendo resultado con la dieta y estás por pedir una pizza, o quizá tuviste una recaída y estás pensando que jamás podrás dejar el cigarro/alcohol/droga…
«Odié cada minuto de entrenamiento, pero me dije, no renuncies.
Sufre hoy y vive el resto de tu vida como un campeón.»
-Muhammad Ali
¿QUÉ HACER CUANDO ESTÁS A PUNTO DE RENUNCIAR?
No lo hagas.
Te puedo decir que trates de recordar por qué empezaste tu lucha en primer lugar, que tengas en mente tus objetivos, que pienses en las personas por las que tal vez quieres ser mejor… y probablemente estos tips te ayuden un poco. Pero la verdad es que en este momento NO tienes muy claro tu por qué, pues si lo tuvieras no estuvieras sintiéndote tan desmotivado y a punto de darte por vencido, ¿cierto?
Para estos casos, te sugiero simplemente NO ABANDONAR.
Sin una razón más, sin tanto rollo, sólo no lo hagas. Sólo sigue luchando, aunque sea por inercia, aunque sea en automático, pero no pares.
«Los ganadores nunca se rinden y los que se rinden nunca ganan.»
Ya sé, éste no es el consejo más inspirador de la historia, y no es la idea que lo sea. Esto es exclusivamente para esos días en los verdaderamente ya-no-quieres-seguir, en que sientes que ya no tienes nada más que dar. En esos momentos, te animo a pensar «HOY NO ME VOY A RENDIR». Tal vez te rindas mañana, pero que hoy no sea el día en que decidiste abandonar tus sueños. Ya mañana veremos. Poco a poco irás sintiéndote mejor y volverá tu chispa. No te sientas mal, es perfectamente normal tener malos días y querer renunciar cuando estamos tratando ser mejores personas y luchando por cumplir nuestras metas. El cambio verdadero cuesta, duele, no es fácil y no es de un día para otro, pero vale la pena.
No te rindas hoy. Yo creo en ti. Mañana será un nuevo día.
Siempre pa´delante!
– Marcia
2 Comments
Valeria Pineda
me encanta leerte, se que te lo digo siempre!!!! me sirve mucho !!!=)
marciabenavides
Muchas gracias Vale!! A mi me sirven mucho tus comentarios! Saludos