En todos lados lo has escuchado, muchos te lo han dicho: la regla de oro en las relaciones es, mega trillado pero cierto- la comunicación.
A la mayoría nos ha pasado, tuviste un problema o discusión con tu pareja, le cuentas a tus amigo(a)s o alguien más con la esperanza de que te den un consejo útil, ¿y qué te dicen? «Es que tienen que hablarlo», «Tienen que platicar», «Deben ponerse de acuerdo, etc, etc, etc.
Y tú así de ¿! hello ¡?, ya estuvimos horas intentando entendernos; ya le hablé tranquilamente, ya le lloré, grité, escribí mails y no entendemos, ¿y todo lo que me puedes decir es que «tenemos que hablar»? ¿Qué clase de ayuda es esa, si ya todos sabemos que hay que hablar?, la pregunta es, ¿cómo comunicarnos efectivamente, de manera que ambos nos entendamos y digamos lo que genuinamente queremos decir?
He estado en tu lugar, entiendo perfecto esa sensación y por eso hoy te quiero compartir 2 pasos esenciales para lograr que la regla #1 en las relaciones, la comunicación, pueda fluir de lo más lindo para ti. Paréntesis: (en realidad esto no sólo aplica a una relación de pareja como comúnmente decimos, sino a cualquier relación, así que pon atención). Ahí te va.
Para ser un pro de la comunicación, hay que practicar dos cualidades con las que no todos nacemos, pero que perfectamente podemos aprender y entrenar.
PRIMERA. ESCUCHAR.
Saber escuchar es todo un arte. (En lo personal yo confieso que batallo bastante). Pero lo importantes es saber que no se trata de alcanzar la perfección de un día a otro, sino de mejorar y mantenernos progresando aunque sea un poco, todos los días.
Si a ti también se te complica como a mí, te dejo 3 tips muy prácticos que en lo personal me funcionan, son ideales para aplicar ya en el exacto momento en el que estés en la situación en la que simplemente tienes que CALLARTE Y ESCUCHAR (¡y ahh cómo cuesta!).
1. Concéntrate. Sí, sé que es muy fácil de decirse y muy difícil de cumplir, pero hay que esforzarnos. Hay que enfocarnos en no sólo oír, sino en hecho escuchar a la persona que tenemos enfrente, con todo el corazón. Escuchar en serio, es poner atención, es tratar de practicar la empatía porque al escuchar tratas genuinamente de ponerte en el lugar de la otra persona y de entender lo que te está diciendo, tratarás de abrir tu mente y no cerrarte en tus ideas, o sea, tenemos que dejar de hacer como que escuchamos cuando en realidad nos urge que se calle la otra persona porque ya sabemos lo que le vamos a contestar, ¡y todavía ni termina de hablar! ¡Ya no más de eso! Cuando no escuchas, no importa cuántas veces te digan algo, nunca lo entenderás. Necesitamos esforzarnos por estar presentes 100%.
2. Muérdete la lengua, literal. Alguna vez alguien me pasó esta ténica, y la verdad es que resulta. Mientras que practicas lograr eso de escuchar con toda tu mente y tu corazón, por lo pronto muérdete la lengua para que, de perdido, no interrumpas.
3. Respira. Y cálmate. De modo que tengas tiempo de poner atención y luego pensar dos veces lo que vas a decir. Cuando estamos en medio de una discusión o argumento, por lo general «nos prendemos» y muchas veces seguimos hablando por hablar y luego ya ni sabemos qué dijimos ni por qué terminamos tan enojados. Respira. Piensa, lo que me lleva a la segunda cualidad.
SEGUNDA. HABLA CLARO, COCRETO Y CONCISO.
Yo no sé si batallo más en escuchar o para concisamente jajaja… pero estoy en el intento y mejorando.
Mira, para ponernos de acuerdo y darnos a entender, no hay nada peor que hablar «largo y tendido», no porque te esté diciendo que no digas todo lo que tengas que decir, pero la verdad es que, si sabes lo que realmente quieres decir, puedes decirlo de manera clara, concreta y concisa. Sin estar divagando, sin rondeos, y sobre todo sin tratar de hacerlo sonar diferente o más suave a lo que es. Simplemente hay que decirlo, las cosas claras y directas y ahí sí que hablando se entiende la gente.
Para lograr una mejor comunicación, tenemos no sólo que hablar, sino precisamente, comunicar. Y para comunicar hay que decir cómo nos sentimos, qué queremos y qué pensamos, en otras palabras, hay que sincerarnos. Si pretendes que la otra persona te entienda mientras tú hablas sólo «por fuerita», luego no digas que no te entienden, cuando el problema es que tú no te explicas. Y sí, obviamente, para que te expliques, primero tienes que entenderte tú.
Para terminar, quiero decirte dos cositas más. Nadie somos perfectos, ni hay relación perfecta. No hay más que trabajar todos los días en nuestras cualidades y querer ser mejores personas, primero para nosotros mismos, y luego para los demás.
Y la última: la base esencial para lograr una mejor comunicación es muy simple, es el amor. Hay que partir del amor para sinceramente querer entender a otra persona y esforzarte genuinamente por comprender lo que te está diciendo.
Los dejo con esto por hoy, la próxima semana continuaré el tema con más tips sencillitos pero súper útiles para comunicar mejor y más efectivamente.
Les mando un abrazo, y recuerden, siempre pa´delante.!
-Marcia
