La sociedad es cruel, y si te desahogas suena a que te la pasas quejándote, y no hay que ser mal agradecidas. Hay mujeres que no pueden tener hijos. Hay mamás que no encuentran trabajo. Hay mamás trabajadoras haciéndola solas… así que no hay chance de decir:
«Estoy completamente agotada. Estoy exhausta física, mental y emocionalmente.»
Físicamente, porque si por algo dejo pasar 2 semanas sin hacer ejercicio, ya no hago «condición» tan fácil como antes. Porque tengo 5 años sin dormir como toda persona debe hacerlo y no sé si fueron los embarazos o sigue siendo la corredera y cargadera de niños, pero me duele la espalda relativamente seguido; ahora uso faja más por cuidar la postura que por «aplanar panza», y ya sólo uso tacones máximo 2 veces a la semana, y si tengo boda.
Mentalmente, porque los pendientes de la oficina, porque hay cosas que quisiera cambiar y no dependen de mí, porque el ambiente burocrático puede ser extenuante, porque se me dificulta concentrarme en una sola cosa y no olvidar las tareas o encargos de mis hijos, porque no se me ocurren más ideas de lonches, porque estoy trabajando en mejorar mi productividad and yet, se me puede ir una hora en Instagram…
Emocionalmente, ¡porque todo lo anterior! Sé que puedo hacer todo lo que sueño y que lo merezco y a la vez me puede que el horario laboral no me permita ir a recoger a mis hijos todos los días y comer con ellos; porque no cocino y a (raros) ratos me siento mal de no sentirme mal porque tampoco tengo la intención de hacerlo; porque no hay método anticonceptivo que no juegue con las hormonas y sea perfecto; porque para mí la familia es lo más importante y las familias grandes son hermosas, pero estoy feliz con dos hijos y no sé si vaya a querer otro; porque soy feliz de trabajar dentro y fuera de casa y tener mi propio ingreso, y a la vez no puedo evitar contemplar la linda idea de andar en el gym a media mañana…
Lo que nadie dice y todas pensamos sobre el esposo y los hijos.

Nadie lo dice, pero la verdad es que sí quisiera un día (o tres) de vacaciones de mi esposo e hijos (lovee youu babe), y ni siquiera para hacer algo en concreto. Sólo quisiera estar sola y en silencio, sin estar viendo el reloj para ver cuántos minutos de paz me quedan.
Es obvio que todo vale la pena, que adoro a mis hijos más allá de lo explicable humanamente, que cada día me enamoro más de mi esposo, que sus miradas «me componen», ya saben todo eso… como quiera quiero la casa un fin de semana sólo para mí.
Sólo quiero despertar y quedarme en pijamas y tomar café (caliente) sin tener pendiente alguno, quiero despertarme «tarde» (8, 8:30 a.m.), aunque ahora me duele la cabeza si intento dormir de más…
Idealizo que mi casa permanece limpia por 24 horas… quiero seguir recogiendo pero prefiero jugar con los niños, y en las noches prefiero bañarme tranquila, leer minutos o simplemente cenar con el hombre y platicar tantas cosas:
Porque aparte la etapa de tener hijos pequeños, se junta con la llegada de los 30s.
Estoy cansada de pensar que quizá ya es edad de comprar casa, pero no estoy segura de querer comprar casa porque no sé si quisiera mudarme de ciudad. Aparte, ¿es siquiera buena inversión comprar una casa hoy en día?
Necesito ahorrar más. Quiero estudiar y aprender más… me urge acelerarle al emprendimiento… ¡¡ya tengo treintaa!!
…y ni siquiera puedo avanzar con la última temporada de los Cuervos.
¿Y el tiempo de pareja?
Por cierto, necesito platicar más con Luis, y que no se entere de mis pensamientos por aquí. *Recuérdame agendar el soñado date night semanal.* Recuérdame hacer energía para nuestra relación, y que no funcione con la que me quede al final del día.
¿Y las amigas?
Y hablando de tiempo de calidad, recuérdame también que quiero invitar a cenar a mis amigas, y tener conversaciones reales. Son las que siempre estarán ahí, recuérdame hacer tiempo entre los playdates, y recuérdame hablar de otra cosa que no sean los niños y la casa;me van a dejar de hablar si sigo así…
La verdad es ésta.
Todas estamos haciendo lo mejor que podemos, aunque no sepamos qué es eso. Estamos tratando de vivir, y no de sobrevivir. Estamos tratando de ser y de estar, mientras vivimos una micro crisis existencial de la edad y una macro crisis de maternidad al mismo tiempo.
Sobre todo esto estamos amando, mientras queremos pedir que nos amen igual.
5 Comments
Ilse
La verdad soy honesta nunca tengo chance de comentar ni tu blog ni tus lives pero los veo a como pueda por que soy mama que anda a las carreras pero me motivas muchisimo y se que no estoy sola en el como me siento nunca pares me encanta leerte y verte por instagram aunque no comente mucho gente te vemos!! Saludos y exito
Marcia Benavides
Muchas gracias por tus comentarios Ilse! qué gusto que te sirva mi contenido, así es!. abrazos
Blanca oralia de la Garza
Saludos y bendiciones
Rossy Villafranca
Cada vez te admiro mas, se que estás en el camino hacia la misión que Dios te da.
Dios te bendice hijita.
Marcia Benavides
¡Muchas gracias mami!!