Seguramente tuviste la suerte de que tus papás te enseñaran a decir “por favor”, “gracias” y “salud”, si alguien estornudaba. Pero, ¿te dijeron lo que no conviene decir?A la mayoría de las personas nos impide lograr relaciones interpersonales satisfactorias la falta de comunicación efectiva. El problema no es hablar, porque hablamos mucho; el problema es que no comunicamos. De alguna manera le ponemos tanto “ruido” al mensaje, que llega equivocado. En otras palabras, nunca dices lo que quieres decir. ¿Quién no ha estado en una discusión en la que al final no recuerdas por qué empezó, porque te molestó más lo que dijiste/te dijeron tratando de solucionar aquello por lo que te habías alterado en primer lugar?
Afortunadamente, hay habilidades que se pueden aprender para comunicarnos mejor, de manera que mejoren también nuestras relaciones interpersonales. Así como hay palabras clave o reglas de cortesía, también hay que cosas que podemos procurar no decir. Hoy te comparto las 5 más importantes que he aprendido.
1. “Estás loco/loca”.Expones tu punto de vista a Mario y él te dice una idea totalmente opuesta, no le digas «estás loco». El hecho de que Mario piense distinto a ti, no lo convierte en loco. Necesitamos aprender a respetar la diversidad de opiniones. Tolerancia, amigos. Recuerda que no existen dos mentes exactamente iguales en esta Tierra.Cámbialo por: No estoy de acuerdo / No coincido contigo / Pienso diferente porque…
2. “Tú no entiendes”.A menos que te estés dirigiendo a una persona con una deficiencia mental, en cuyo caso serías olímpicamente grosero por decirle que no entiende; aquel individuo con quien estás hablando, sí entiende. Puede ser, sin embargo, que tú no sepas explicarte. Y bueno, también hay que decir que hay excepciones, todos tenemos algún conocido “lento», con quien en todo caso también puedes ser cortés y no «cantarle» sus deficiencias.Cámbialo por: tal vez no me estoy explicando bien, déjame lo intento otra vez…
3. “Te lo dije”.Esta es mi favorita dentro de las frases que no me gusta escuchar. Como ser humano que soy, no me gusta que me digan que estoy mal y mucho menos que me recalquen cuando me equivoco. Estoy seguro de que muchos se identificarán conmigo; nos cuesta aceptar nuestros errores, nos toma tiempo. Entonces, por ejemplo, si le adviertas a tu espos@ que se le va a caer el café y se va a manchar su camisa blanca por ir tomándolo y manejando, y exactamente eso sucede, ¿qué crees? ¡ya se dio cuenta, obviamente! Seguramente está avergonzado/a de su error, no necesita que encima tú le digas “te lo dije”. Ésta es la típica frase «chingativa», sin ningún sentido de pronunciarse. ¿Te acuerdas del famoso video de Youtube, en el que una mamá le advierte a su hijo que se le van a caer unas esferas de navidad, y enseguida se caen y se rompen? La mamá se lo “canta” al niño: –Si te estoy diciendo que se van a caer, ¡es porque se van a caer!.- Esto es exactamente lo que no debemos de hacer… por eso el hijo, molesto, reacciona agresivamente con su célebre pregunta: – ¿y el pu&%o que me metiste? Cámbialo por: Silencio!
4. “Estás mal”. En términos generales, todo es relativo. No estamos, casi nunca, realmente bien o mal; todo lo que pensamos es cuestión de enfoque y del sistema de creencias personales que cargamos, el que se formó por generaciones de parientes, de religión, de cultura, de idiosincrasia, etc. No tienes, entonces, porque decirle a Laura que está mal si piensa u opina diferente que tú; porque lo más probable es que no lo esté, sólo piensa diferente. Ejemplo clásico encontramos hablando de política o religión. Ahora, si la cuestión es, por ejemplo, que 2+2=4, pero Roberto dice que son 5, aunque tú sepas que está equivocado, siempre se lo puedes decir de una manera más amable.Cámbialo por: Lo cierto es que…
5. “Siempre/Nunca”. Exagerar y generalizar comúnmente es motivo de mal entendidos. Especialmente en una conversación personal, trata de no acusar y menos usando exageraciones, como hacemos al usar las expresiones «siempre» y/o «nunca». Decir, por ejemplo; “siempre haces lo mismo”, “nunca me escuchas”, “siempre llegas tarde” o “nunca me contestas el celular”; en primer lugar, lo más probable es que sea mentira, y en segundo, que cause molestia innecesaria en la otra persona. Cámbialo por: Algunas veces / en ocasiones / la mayoría del tiempo Bonus: Igualmente podríamos incluir en esta lista frases que tienen implícito juzgar a quien las dice, tales como ¿cómo puedes pensar así? ¿cómo puedes decir eso? ¿cómo es posible que creas tal o cual cosa?
En resumen, hablar cordialmente habla de gente respetuosa, tolerante, inteligente, que practica la empatía y que por tanto es simpática. ¿Te vienen a la mente otras palabras o frases que perjudican tus relaciones? Platícame en los comentarios abajo. Y recuerda, ¡siempre pa´ delante.!