Menu

LAS PALABRAS NO SE LAS LLEVA EL VIENTO!

Don Miguel Ruiz, en su bestseller “Los Cuatro Acuerdos”, nos explica que nuestra vida está gobernada por los miles de acuerdos que hemos tomado consciente o inconscientemente, que cargamos de nuestros antecesores o que adoptamos nosotros mismos; y que, por tanto, si nuestra realidad no nos gusta por completo, para cambiarla, hay que tomar, básicamente, cuatro acuerdos. Hoy quiero enfocarme en el primero de ellos.

 El primer acuerdo es “Sé impecable con tus palabras.” Es el más importante y el más difícil. Básicamente, don Miguel nos recuerda con ello el tremendo poder que tienen las palabras; pues, dice, tienen el poder de crear. ¿Y qué significa ser impecable? Impecable quiere decir “sin pecado”. Y pecado, nos explica, es todo aquello que va en contra de tí. Por tanto, toda palabra, acción, omisión o creencia que va contra ti, es un pecado. Ser impecable con tus palabras, entonces, implica no decir nada que vaya en contra de ti mismo o de los demás. Hago referencia al primer acuerdo porque día a día me falla en la práctica, así como también observo a mucha gente que le pasa lo mismo. Te puede parecer simple, pero si empiezas a intentarlo te darás cuenta que ser impecable con las palabras todo el día, todos los días, no es cosa sencilla.

Cuando dices “soy malísimo para los números”, “no puedo bajar de peso”, “ay que mensa estoy”, etcétera -estás pecando con tus palabras contra ti mismo. Estás tu mismo saboteándote. Y la verdad es que lo haces más seguido de lo que crees o siquiera te das cuenta. Hablar en contra de uno mismo, es a mi juicio lo más grave del mal uso de las palabras. Pero no debemos dejar de considerar el daño que también hacemos a los demás cuando mal hablamos. Un tremendo error por ejemplo, es querer ofrecer consejos u opinar cuando no es requerido. Querer hablarle a alguien, por mencionar algunos supuestos, de su falta o exceso de peso, de su pareja, de su trabajo, de su aspecto físico, de su familia, de cómo educar a los hijos, de sus creencias… sin que te lo pidan, es peligroso.

No quiero decir desde luego que no platiquemos, sólo pretendo reflexionar en el sentido de que CADA COSA QUE DICES puede construir o destruir, de una manera incalculable… todo por el poder de tus palabras. Las palabras no se las lleva el viento. Las palabras trascienden. Las palabras edifican. Las palabras crean vida, o la aniquilan. ¿Cuántas veces no te ha sorprendido, de manera positiva o negativa, como habla una persona? Para ejemplos claro, hay muchos. Hitler, Gandhi, Martin Luther King.

Siempre pa´delante.!

– Marcia Benavides


Publicaciones recientes


LO QUE NADIE TE DICE SOBRE LA MATERNIDAD Y LOS 30´S

La sociedad es cruel, y si te desahogas suena a que te la pasas quejándote, y no hay que ser ...
Leer Más

PRÁCTICAS SENCILLAS DE AMOR PROPIO.

¡Holaa amigas las saludo con emoción en esta nueva semana! Hoy quiero platicarles algunos secretitos de cómo me consiento para ...
Leer Más

La perspectiva que cambiará cómo ves todo.

No he encontrado hasta hoy un truco mental más poderoso que éste para vivir una vida optimista, tener una actitud ...
Leer Más

¿QUÉ ES ESO DE LA IGUALDAD DE GÉNERO?

Principalmente por cuestiones de trabajo, me fui metiendo en el tema de la igualdad de género y los derechos humanos ...
Leer Más

Leave a comment